Primero imagina un paisaje donde, en lugar de edificios y avenidas, había majestuosas construcciones rodeadas de campos cultivados, las haciendas en CDMX.
Y es que nuestra ciudad, con su frenética vida moderna, esconde tras sus avenidas y edificios una rica historia que se remonta a épocas de esplendor agrícola.
La Herencia de las Haciendas en CDMX
Las haciendas comenzaron a surgir en México en el siglo XVII, impulsadas por las encomiendas de tierra otorgadas por la Corona Española.
Herbert J. Nickel en su obra Morfología social de la hacienda mexicana, documentó 874 haciendas y 871 ranchos en el antiguo Distrito Federal.
Como resultado, es un reflejo claro de la vocación agrícola de nuestra tierra chulanga.
La vida en las haciendas era compleja entre hacendados, administradores, capataces y peones, donde las costumbres y el trabajo arduo sobresalían.
Cada hacienda tenía su propia especialización: azucareras, cerealeras, ganaderas, pulqueras, henequeneras y más.
Con el crecimiento y desarrollo de la ciudad, los terrenos que una vez albergaban cultivos y ganado se convirtieron en las colonias y fraccionamientos que caminamos actualmente.
1. La Hacienda de los Morales
Su origen se remonta al siglo XVI, se destacó inicialmente por el cultivo de moreras para la crianza de gusanos de seda, de ahí su nombre.
Su construcción comenzó en 1647, bajo el nombre de «San Juan de Dios de los Morales».
A lo largo de los siglos, fue hogar de notables familias y ha sido retratada por grandes pintores como José María Velasco.
Además fue testigo de eventos históricos significativos, como el desayuno entre Agustín de Iturbide y el Virrey de España.
Y también dio hospedaje a líderes revolucionarios como Francisco Villa.
En la década de 1960, se transformó en un restaurante que podemos disfrutar con cocina mexicana e internacional.
Y uno de los lugares favoritos para celebraciones y eventos en un ambiente tradicional mexicano.
2. Antigua Hacienda de Tlalpan
Construida en 1837, en sus días de esplendor abarcaba más de 26,000 metros cuadrados, dedicados al cultivo de hortalizas.
Fue originalmente propiedad de Manuel González, conocido como «El Manco» González, militar destacado y presidente de México de 1880 a 1884.
Ha sido testigo de momentos únicos, como la proclamación de Porfirio Díaz como candidato a la presidencia por quinta vez en 1904.
Hasta los años en que María Félix, la icónica diva del cine mexicano, paseaba por sus jardines.
Sin mencionar que se han filmado en su interior diversas películas y la han visitado celebridades como Grace Kelly y Arnold Schwarzenegger.
Hoy en día, es un restaurante que ha sabido aprovechar su herencia histórica, sus instalaciones son ideales para celebrar bodas y eventos sociales.
Su arquitectura original ha sido modificada, pero se mantienen sus amplios jardines, los cinco majestuosos salones y detalles arquitectónicos originales.
3. Hacienda de los Goicoechea (San Ángel Inn): de las haciendas en CDMX con más tradición
Construida en 1616, fue propiedad de los condes de Pinillas y la marquesa de Sierra Nevada, se fundó con el nombre de Hacienda de Santa Ana.
La hacienda se usó para la producción de pulque y para 1776 fue comprada por Ramón Goicoechea y la renombró con su apellido.
Dentro de sus propietarios destacados están: Francisco Manuel Sánchez de Tagle, político y poeta.
Quien hospedó a figuras como Fanny Calderón de la Barca, autora de La vida en México.
Con el tiempo la hacienda se transformó en un hotel, de 1907 a 1918 bajo el nombre de San Ángel Inn.
Nombre que también fue adoptado por el barrio en el que se encuentra.
Incluso fue testigo de cuando Emiliano Zapata y Francisco Villa se reunieron aquí tras la entrada del Ejército Convencionista a la capital.
Finalmente, en 1963 se transformó en el famoso restaurante San Ángel Inn. A pesar de los cambios, sus patios y fuentes se mantienen intactos.
Este restaurante es uno de mis favoritos, y lo recomiendo ampliamente a los turistas que visitan la CDMX.
4. Hacienda de Cortés
Esta es una de las haciendas en CDMX que está en el adorable Barrio de la Conchita en Coyoacán, se dice fue parte de las caballerizas de Hernán Cortés.
En su historia, fue hogar de personalidades como el pintor Dr. Atl, el actor Tito Guízar y el poeta Antonio Medizbolio.
Más tarde en 1934, fue adquirida por Rubén Mejía Salcedo, quien restauró la propiedad y descubrió un secreto…
Un túnel que conectaba con otras construcciones coloniales, donde se hallaron ídolos alusivos a Cuauhpopoca, tlatoani de Coyohuacan.
Debes saber que esta hacienda ha sido visitada por presidentes como Lázaro Cárdenas y Miguel de la Madrid.
Así como figuras culturales como Gabriel García Márquez y Rigoberta Menchú.
Finalmente, para 1993, la Hacienda de Cortés se transformó en un centro cultural y gastronómico.
Incluso está catalogada como Casa Histórica por el INAH.
Además de ser uno de los restaurantes más populares de Coyoacán, sus espacios son ideales para eventos sociales con temática muy mexicana y pintoresca.
5. Hacienda La Noria: de las haciendas en CDMX convertida en museo
La ex Hacienda La Noria, ubicada en Xochimilco, se convirtió en el Museo Dolores Olmedo, riendiendo homenaje a la vida y obra de la coleccionista de arte y filántropa.
Ella adquirió la hacienda en 1962 y, durante su vida, acumuló una impresionante colección de arte.
Que incluye obras de Diego Rivera y Frida Kahlo, así como arte precolombino.
El lugar es una belleza, pues además de tener más de 6,000 obras de arte, también encanta por sus hermosos jardines, con gran variedad de aves y fauna.
Pocos saben que en este museo existen obras de Angelina Beloff, la primera esposa de Diego Rivera.
La Hacienda La Noria, ahora museo, se ha convertido en un atractivo turístico que complementa perfecto las visitas a los canales de Xochimilco.
Es una experiencia cultural en un entorno tradicional hermoso y por supuesto, un imperdible chulango en este paseo por las haciendas en CDMX.
6. Hacienda Santa Catarina
Esta hacienda en CDMX es ideal si buscas escapar del bullicio de la ciudad sin salir de ella, se encuentra en la Alcaldía Milpa Alta.
Es una hacienda joven, inaugurada en 1996, es la primera hacienda cervecera de CDMX, pues inició su producción artesanal en 2015.
¡Lo más bonito definitivamente son sus jardines! Tienen pozos y fuentes, que remontan a las haciendas antiguas.
Lo mejor es que además de las degustaciones de cerveza, puedes hospedarte, hacer camping romántico o en familia, y hasta llevar a tus perrito. ¡Amamos eso!
Te cuento que, existe otra hacienda con el nombre de Santa Catarina del Arenal, que actualmente alberga la embajada de Rusia en México.
7. Hacienda La Patera
Puede que te llame la atención su nombre … se debe a las grandes parvadas de patos silvestres que habitaban la zona por a las inundaciones de los ríos Tlanepantla y de los Remedios.
Su construcción data del siglo XVI, perteneció a la Güera Rodríguez, una de las mujeres más importantes en el movimiento independentista de México.
Razón por la cual, era utilizada como cuartel general del Ejército Trigarante y es famosa porque aquí ocurrió un evento clave en la historia de México.
En 1821, el último virrey de la Nueva España, Don Juan O’Donojú, se reunió con el comandante Agustín de Iturbide en esta hacienda.
Fue aquí donde se ratificaron los Tratados de Córdoba, que proclamaron la independencia de México.
¿Y qué crees?, tras la firma de los tratados, el Ejército Libertador avanzaría hacia el Palacio Virreinal.
Pero Iturbide quiso desviar la ruta para pasar frente al balcón de la casa de la Güera Rodríguez.
Se encuentra en Av. Miguel Othón de Mendizábal 10, col. Patera Vallejo, al norte de la Ciudad de México.
Tras varios cambios de propietarios, el casco de la hacienda se ha utilizado como salón para eventos sociales.
Además es una de las sedes de la Cámara Nacional de Comercio y Serytur desde 1979.
Además, es importante mencionar que la hacienda da origen al ícono del Metrobús «La Patera».
8. Hacienda de San Antonio Clavería: de las haciendas en CDMX mejor conservadas
La Hacienda de San Antonio Clavería, situada en Azcapotzalco, es una joya histórica poco conocida.
Fundada a finales del siglo XVII por Don Juan Antonio Clavería Villarreales, un adinerado mercader y accionista de la mina de plata de Pachuca.
Originalmente dedicada a la agricultura y la ganadería, la hacienda fue reconocida por su capacidad productiva.
Afortunadamente, la hacienda ha conservado su estructura mejor que muchas otras debido a su actual uso por el IPADE.
Una de las características más bonitas de su arquitectura, es patio principal rodeado por una terraza de dos piso.
Aunque no está abierta al público, la hacienda sirve como un punto de referencia cultural e histórico en la zona de Clavería en CDMX.
9. Hacienda San José del Altillo
Situada en los límites de San Ángel y Coyoacán, a lo largo de los siglos, la hacienda tuvo varios propietarios. Declarada Monumento Histórico el 28 de abril de 1932.
Así como también fue testigo de eventos históricos como cuando en 1866, la emperatriz Carlota fue recibida con un banquete en la hacienda durante su visita a la Ciudad de México.
Otro podría ser, durante la intervención de Estados Unidos en México de 1847, la hacienda fue utilizada como cuartel por las tropas estadounidenses.
Incluido el general Winfield Scott, quien pernoctó en la casona después de la batalla de Churubusco.
Durante el siglo XX, la hacienda sufrió diversas modificaciones, incluyendo la construcción de la capilla actual en 1957 bajo la dirección del arquitecto Enrique de la Mora.
Actualmente gran parte lo que fue esta hacienda se urbanizó dando origen a una zona comercial donde destacan el Centro Comercial Oasis Coyoacán.
Por fortuna aún queda en pie su capilla que puedes visitar en Av. Universidad 1700, Santa Catarina, Coyoacán.
10. Hacienda de San Fernando
La Hacienda de San Fernando es una de las pocas haciendas en CDMX del siglo XVIII que ha llegado con su fachada intacta al día de hoy.
Se cree que la edificación comenzó en el siglo XVII. Su fachada colonial presenta un nicho que alberga la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Ubicada en el Centro Histórico de Tlalpan, ha sido testigo de importantes eventos históricos durante el siglo XIX.
Aquí era un lugar de encuentro frecuente de Antonio López de Santa Anna.
Es de destacar que en las festividades en honor a San Agustín, el 28 de agosto, la hacienda era famosa por sus peleas de gallos, atrayendo a muchos, incluido el ex-presidente.
Actualmente, es un popular espacio para eventos privados, especialmente bodas, así como un punto de interés en Tlalpan.
11. Hacienda San Nicolás Tolentino: una de las haciendas en CDMX convertida en cementerio.
Data del siglo XVIII y ocupaba prácticamente todo lo que ahora es San Lorenzo Tezonco, uno de los 15 pueblos originales de Iztapalapa.
Aunque el edificio principal se encuentra en ruinas, y algunos restos se pueden observar dentro del que ahora es el Panteón Civil San Lorenzo Tezonco.
Que, por cierto, incluye lo que fue un granero que funcionó como crematorio hasta 1994.
Esta hacienda tuvo varios nombres a lo largo de su historia, originalmente conocida como “Hacienda de San Nicolás Buenavista” en 1580.
Posteriormente, en 1705, la renombraron como “Hacienda de la Sagrada Compañía de Jesús” cuando la adquirieron los jesuítas.
Y para 1908, Íñigo Noriega Lasso la renombró como “Hacienda de San Nicolás Tolentino”, ocupando el área que actualmente es el cementerio.
Aunque la entrada a los edificios no está permitida por seguridad, se pueden observar desde afuera.
La hacienda es accesible desde la estación de Metro Tezonco en la línea 12.
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Explorar las haciendas en CDMX es un viaje al corazón de nuestra historia, donde cada piedra y cada rincón cuentan relatos de una era que ha dejado su marca indeleble.
Las haciendas no son solo vestigios del pasado; son un recordatorio de la riqueza de nuestra herencia agrícola y de la necesidad de preservar y celebrar nuestra historia.