¿Sabías que la iconografía Metro Ciudad de México fue pensada para que todos, incluso quienes no saben leer, pudieran usarlo sin problemas?
Aquí te cuento cómo se creó y quién diseñó esta fascinante esta obra de arte gráfico ha influido en nuestra vida cotidiana.
¿Por qué se hizo el Metro Ciudad de México?
Antes de sumergirnos en el mundo visual del Metro de la Ciudad de México, es importante entender por qué se construyó en primer lugar.
A finales de los 60, la Ciudad de México se enfrentaba a un crecimiento acelerado, que hacía imposible que los medios de transporte fueran suficientes.
La necesidad de una solución eficiente, accesible y masiva era urgente.
Por eso, en 1967, bajo el mandato de Gustavo Díaz Ordaz, se comenzó la construcción del metro, que sería inaugurado en 1969.
Y así ocurrió el primer paso hacia la creación de lo que hoy conocemos como la red del metro Ciudad de México.
Seguidamente, sobre ¿quién construyó el Metro de la Ciudad de México?
Te cuento que la obra se dirigió por el ingeniero Bernardo Quintana, junto con la empresa ICA (Ingenieros Civiles Asociados), hizo realidad este ambicioso proyecto.
El nacimiento de una simbología única: iconografía metro Ciudad de México
Lo que realmente distingue al Metro de la Ciudad de México es su sistema de iconografía. Desde el principio, las autoridades sabían que la red debía ser inclusiva.
La idea de un sistema de transporte fácil de entender para todos, sin importar su nivel de educación, fue clave, ya que desafortunadamente el nivel de analfabetismo entonces era alto.
Así, se pensó en un código visual universal, algo que fuera intuitivo y eficiente. Pero, ¿quién hizo la iconografía del Metro CDMX?
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, se convocó al diseñador gráfico estadounidense Lance Wyman, quien ya había trabajado en la identidad gráfica de los Juegos Olímpicos de 1968.
Wyman se enfrentaba a un gran reto: cómo hacer que el sistema del metro, que abarca decenas de estaciones en una ciudad diversa y compleja, fuera entendible para todos.
La solución que propuso fue brillante: cada estación tendría su propio ícono, inspirado en el nombre, la historia o la geografía de la zona.
Por ejemplo, la estación Pino Suárez tiene como símbolo una pirámide, en referencia a los vestigios prehispánicos encontrados cerca de la estación.
Otro podría ser, el ícono de Barranca del Muerto, que son unas aves de rapiña, haciendo referencia a la fosa común que durante la revolución se originó en la zona.
Y así, cada estación tiene un símbolo único que comunica una historia visual que da mucha curiosidad descubrir, ¿Apoco no?
Un éxito que perdura: ¿Por qué es tan importante la iconografía del metro?
El trabajo de Lance Wyman en el metro no se limitó solo a la creación de íconos.
Su diseño también abarcó los mapas y la tipografía, asegurándose de que todo fuera coherente y fácilmente legible.
Pero además, sobre el ícono principal del metro, debes saber que no se refiere a una letra M, estas líneas representan las 3 rutas pioneras del metro y una cuarta línea simboliza el tren que avanza en su trayecto.
Este logotipo fue diseñado en colaboración con el arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez, así como Arturo Quiñónez y Francisco Gallardo.
Así mismo, Wyman fue pionero en el uso de un sistema de colores para diferenciar las líneas del metro.
Cada línea tiene un color específico, lo que facilita su identificación en los mapas y señalizaciones. Por eso es que es tan fácil ubicarse entre tantas líneas.
Con todo esto, sobre el icónico color naranja del logotipo del Metro de la Ciudad de México, resulta que no fue elegido por razones de diseño gráfico.
En realidad, era el color que ya traían los trenes originales, fabricados en Francia, que casualmente coincidía con el color institucional de nuestra ciudad en esa época.
¡Así que, sin querer, el naranja se convirtió en un elemento identificativo del Sistema de Transporte Colectivo Metro!
La evolución de los símbolos del Metro
Aunque los íconos originales del metro han permanecido prácticamente inalterados desde su creación, el sistema ha seguido creciendo.
Su éxito se ha replicado en los íconos de los otros medios de transporte que integran el Programa de Movilidad de la Ciudad de México.
Es fascinante pensar cómo un diseño que nació en los años 60 sigue siendo tan efectivo hoy.
En una ciudad tan vibrante y caótica como la Ciudad de México, este sistema de señalización se ha convertido en una herramienta esencial para millones de personas.
No solo es funcional, sino que ha marcado un precedente en el diseño de transporte urbano a nivel mundial.
Cada ícono, cada línea de color, cuenta una historia que se conecta con la historia misma de nuestra BonitaCDMX.
Desde su construcción hasta la actualidad, el metro ha sido una obra de arte en movimiento, que refleja la diversidad y riqueza cultural de una de las ciudades más grandes del mundo.
Para conocer un poquito más de la iconografía Metro de Ciudad de México te recomiendo mucho visitar el Museo del Metro ubicado en la estación Mixcoac de la línea 12.
Así que cada vez que entras en una estación, no solo estás usando un sistema de transporte, estás entrando en una galería visual que cuenta la historia de nuestra BonitaCDMX.